La tesis fundamental del
movimiento scout estriba en el apoyo a la formación íntegra de la niñez y la
juventud que participa en la propuesta educativa. Esta última, pretende ser consecuente con las dinámicas
actuales y mutar de manera paralela a las formas de ser, entender y actuar
sobre el mundo.
Al considerar la necesidad de adaptación constante de actividades (y metodologías), se hace necesario que el dirigente como responsable directo del éxito de la propuesta educativa, este en constante acción, indagación y si se quiere investigación, de tal manera que tenga la capacidad de concebir, diseñar, aplicar, evaluar y rediseñar nuevos estilo-actividades; en su totalidad nuevas formas de presentar el escultismo y de hacerlo fundamental en las vidas de la niñez y juventud bajo su responsabilidad.
El dirigente scout no puede equipararse a un animador o recreador, más bien se debe acercar a la figura de educador-curador-. Entiéndase el rol de animador como el responsable en entretener, mostrar algún tipo de experiencia o concepto; tal vez se llegue a la generación de un proceso de aprendizaje, sin embargo el objetivo principal del animador es entretener, el resto se podría considerar como valor agregado (o tal vez problema agregado). La otra imagen es la de educador-curador. Un educador se puede considerar como la persona que en pleno uso del conocimiento de su contexto y consecuentemente funda un proyecto de diseño, aplicación, evaluación y rediseño de propuestas educativas centradas en ciertos objetivos formativos, que se deben anclar en una filosofía y en unos objetivos claros; completo el binomio con curador[i], pues el jefe scout debe estar en la constante búsqueda de “objetos de aprendizaje”.
Entiéndase el objeto de aprendizaje, como el medio que facilite el acercamiento a los objetivos formativos. En el ámbito escultista, un objeto de aprendizaje podría ser desde un campamento hasta un pequeño insecto, que le permita al dirigente articular un discurso entorno a aspectos trascendentales como la mutabilidad de la vida o tan elementales (no por ello innecesario), como el valor del respeto a la vida sin importar su tipo.
La imagen de educador-curador, en
la cual enmarco el rol del dirigente scout toma sentido, cuando pensamos en el
dirigente en su constante tarea de
rastreo de actividades, ideas, juegos, temáticas que motiven e impulsen
a sus scouts hacia las objetivos formativo, firmes fundamentos del programa.
Esta búsqueda lleva a los dirigentes a fantásticas propuesta y consecuentemente
exitosas reuniones, campamentos y caminatas; sin embargo en ciertas ocasiones
el programa aparenta ofrecer grandes potencialidades por lo llamativo de las
actividades, por lo diferente o por lo exótico; es aquí donde el
educador-curador, debe ser precavido y volver a analizar la unión con los
propósitos fundamentalmente educativos del escultismo. La toma de decisión del
dirigente debe considerar fuertemente la relación entre el objeto de
aprendizaje y el objetivo formativo que se pretende alcanzar con él. La
selección de un objeto de aprendizaje, se debe considerar como un elemento
fundamental en la labor del dirigente, por tal motivo su formación, su
personalidad y su responsabilidad juegan un papel fundamental
- La personalidad ha de ser responsabilidad primaria del jefe de grupo que selecciona y configura su equipo.
- La formación del dirigente si bien incluye una gran diversidad de aspectos, se podría indicar que depende de estamentos un tanto más tangibles tales como los programas de formación internos del grupo scout como los de la organización local o regional.
- El último aspecto, la responsabilidad, si es un totalmente particular e individual; si bien está marcado por la formación y la personalidad, la responsabilidad es el resultado de un proceso profundamente personal, que debería emanar desde la lógica y el honor propios de un adulto responsable por un fenómeno tan fino como la formación de un ser humano. La toma de decisión debe trascender, más halla de aspectos administrativos o de intereses particulares y se debe ligar inexorablemente a los propósitos formativos y la filosofía del movimiento que se debe reconocer siempre como educativo en todas sus posibles aristas.
Un equipo de jefatura consciente
de su labor y valiosa situación en la potencialidad formativa de la niñez y
juventud, que acompañan en un programa de formación que tiende a la integridad,
debe tomar con total seriedad y sabiduría, el trabajo de selección de los
objetos de aprendizaje, considerando siempre como fundamento el potencial
formativo real, más allá de otros
aspectos que pueden ser muy valiosos o significativos. Se trata entonces, de ser
consecuentes y organizados al momento de seleccionar objetos de aprendizaje, de
preparar cualquier tipo de actividad.
Para terminar este breve análisis, propongo una serie de objetos de aprendizaje con sus correspondientes
argumentaciones y enmarcaciones en procesos de formación, esto a modo de
ejemplo y de profundización en los puntos central tratados en este texto:
Visita a parques naturales y/o
reservas naturales:
·
El dirigente puede centrar la atención de sus
scouts en el reconocimiento de la biodiversidad local y regional y llevar esto
a reflexiones sobre la riqueza del territorio y la necesidad de conciencia e
inteligencia para gestionar los recursos naturales.
·
Se pueden realizar reflexiones un tanto más trascendentales, relacionadas tal vez con asuntos de índole religiosos y filosóficos, tales como
el valor de los ambientes naturales y el sin fin de ejemplificaciones con respecto
a la interacción y mutua dependencia de sus componentes, así como son las
sociedades humanas.
Campamento:
·
Actividad por antonomasia del movimiento scout,
ofrece un sin número de posibilidades formativas. De estas tal vez una de las
más significativas es la de ofrecerle a la niñez una muestra de la utopía social,
el campamento permite la práctica de roles y normas necesarias para la
generación de un ambiente sano y seguro para todos, donde la confianza y la
responsabilidad son garantía de la tranquilidad y la comodidad.
Aprender/Practicar un deporte:
·
Además de ofrecer la oportunidad para recalcar
la importancia de la práctica y del cuidado del cuerpo, se ofrece la posibilidad
de profundización en aspectos como el trabajo en equipo, la sana competencia y
la tolerancia.
A modo de conclusión, recalco la
necesidad de estudiar con responsabilidad cada posible objeto de aprendizaje a
la luz de su potencialidad formativa, más allá de otros aspectos secundarios que
aunque positivos o llamativos, pueden desdibujar el movimiento y hacerlo un
espejismo, más similar a agencias de viajes o grupos juveniles que pueden
provocar experiencias significativas, pero no formativas.
[i]
Análogo a la labor del curador de museo que identifica un objeto museístico y lo enmarca en una propuesta educativa o
divulgativa.
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