Ves al mesero a lo lejos, y sabes que ya trae tu plato, pasa entre
las mesas y se detiene a tu derecha y sin mirarte dice: ¿el plato de R y R?
claro es para mí, respondes con timidez y desde ese momento fijas tu mirada en
el plato que está caliente, muy caliente, el vapor no te deja ver sus colores y
aún no logras identificar de que está hecho. En este momento muy probablemente
pensarás que tal vez se debió esperar un momento para llevártelo a la mesa,
incluso puedes llegar a pensar que debiste haber pedido lo de siempre y no
dejarte llevar por las recomendaciones de tus amigos y si, tal vez hubiera sido
lo mejor.
¿Esto cómo se come?
Hace algún tiempo mi esposa me
invitó a un restaurante en Laureles, me pidió que la dejara elegir por mí y
obviamente accedí. A la mesa llegó un cilindro blanco de arroz húmedo dividido
en seis trozos de unos tres centímetros. Y allí estábamos: ella una fanática de
lo oriental y yo un montañero de barrio, en la mesa un plato de sushi y de mi
boca sale la infaltable frase para estas ocasiones «... ¿y esto cómo se
come?» Inmediatamente ella me sonrió y tomó con naturaleza los palillos de
madera y se comió uno de los rollitos, empezó una rápida clase para usar los
palillos. En fin, terminé comiendo con la mano, pero comí y lo disfruté.
Así mismo estas tu con tu plato
de R y R, probablemente termines comiendo frio y con las manos. Pero por lo menos
debes compartir la mesa con alguien tan entusiasta como lo fue mi esposa con la
comida japonesa. Un buen compañero puede ser tu jefe de grupo, pero te
recomiendo que estés a la mesa con un amigo, si tu jefe de grupo lo es, seria
perfecto; si no lo es, entonces busca en tu grupo scout un entusiasta por el
plato caliente de R y R, él o ella te sabrá contar que este humeante plato te
puede generar indigestión y que por eso debes comer con calma, despacio,
soplando cada cucharada. Tu compañero de mesa te contará que los ingredientes
ya los conoces, los has visto en el campo, en las actividades en la sede de tu
grupo, en las reuniones de planeación con tu equipo de jefatura. Tú ya sabes
que una buena unidad scout empieza a ser buena cuando los adultos reconocen la
importancia de sus acciones para la vida de los niños y jóvenes bajo su
responsabilidad, y se pone aún mejor cuando las condiciones administrativas se
ajustan, los libros elementales como el contable, programa, actas y demás se
empiezan a usar no por obligación, sino por necesidad, necesidad de asegurar un
buen programa a los niños y jóvenes.
Así pues, en realidad los
componentes del R y R se direccionan a un objetivo, el único de todo el
universo scout, gestionar mejores programas, ofrecer reales opciones de
formación a niños y jóvenes.
El R y R pretende reconocer en
ti, un adulto que sabe cuál es su función, que se preocupa por ser mejor siempre,
que está listo para gestionar cambios, que esta alerta y conoce los riesgos de
su rol y que siempre está listo para servir a sus muchachos, desde el ejemplo y
hasta la gestión de grandes eventos, memorables campamentos y experiencias
significativas.
¿Con que acompaño el plato?
Desde niño mi papá siempre me
regañó en las cenas; mi mamá me defiende aún hoy. Simplemente no puedo comer si
no tengo cerca de mi mano derecha un vaso con algún líquido. Mi papá cada vez
que tiene la oportunidad me recuerda que por una buena digestión se debe tomar
el líquido al terminar los sólidos. Yo no sé si es verdad, simplemente no
puedo.
En tu caso, para tu plato de R
y R debes pedir una buena sobremesa, ya sea que lo dejes para el final o la
tomes con cada bocado, este acompañante debe ser fluido, líquido, refrescante,
debe hacerte sentir tranquilo. Esto no es otra cosa sino el saber que tu unidad
está mejorando, ver como día a día todo se ajusta, se acomoda y marcha. El
acompañante por excelencia del R y R es la mejora de tu unidad, del programa
scout que le ofreces a tus niños y jóvenes y en consecuencia la felicidad que
logras ver en ellos.
¿Cómo evitar la indigestión?
Cuando tu plato esté terminado,
tu acompañante te contará que este plato puede causarte una terrible
indigestión. Probablemente con el último bocado ya sientas el dolor y arrepentimiento;
y nuevamente te preguntarás ¿por qué no pedí lo de siempre? ¿por qué le hice
caso a la gente?
Pero no te preocupes, cuando
llegue el momento del dolor entenderás su porque, sabrás comprender que la
tarea excepcional y fantástica de cambiar el mundo, de mejorarlo, implica
sacrificios y renuncias.
El plato de R y R termina con madera, esta es densa, probablemente
te doblará con su peso, posiblemente te hará sufrir, deberás tener la capacidad
de comprender que ser scouter es una misión de vida y que es tu alegría y deber
impactar de manera maravillosa la vida de cientos de niños, jóvenes y adultos.
Buen provecho.
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