miércoles, 14 de septiembre de 2016
miércoles, 29 de junio de 2016
ESTRUCTURA Y ROLES EN LA FOGATA SCOUT
La importancia de la fogata en el programa scout es
ampliamente reconocida y defendida en todo el universo scout, sin embargo así
como tantas situaciones en el movimiento, se presentan grandes diferencias en
cuanto procedimientos y enfoques que se le dan a la luz de los programas de
formación diseñados y ejecutados por los equipos de jefatura.
A continuación se presenta una estructura general para una
fogata scout sin importar la edad de los participantes, el enfoque
diferenciador lo proporciona el contexto de la unidad educativa (familia,
manada, tropa, sociedad, clan). De igual manera se presentan los diferentes
roles que según la tradición desarrollan tanto los niños como los adultos.
ESTRUCTURA GENERAL
En las fogatas se deben considerar dos variables, la energía
y la solemnidad. La energía ha de ser alta al inicio del evento e ir decayendo
hacia el final. En las fogatas con unidades infantiles esta variable juega a
favor del programa, debido a las condiciones biológicas de los niños, estos
tienden a perder energía rápidamente y más aún si se considera que la fogata
scout se realiza el último día de campamento. En el caso de las unidades
juveniles, es menester de la jefatura conseguir mediante la progresión de canciones,
actos simbólicos, representaciones y
ceremonias conseguir que al final de la fogata todos los participantes
tengan un nivel de energía bajo.
En cuanto a la solemnidad, esta inicia en un nivel bajo y al
final de la fogata debe estar en el máximo. En las unidades infantiles se hace
un poco más difícil que en las juveniles conseguir este cometido debido a al
desarrollo cognitivo y la capacidad de abstracción, factores diferenciadores en
las unidades scout. De esta manera a los equipos de jefatura de familia y
manada se les presenta el reto de conseguir una disminución en el nivel energético
de los niños y a la vez un incremento en la solemnidad, este reto resulta
especialmente difícil si se considera el contexto de la fogata, es decir el
campamento scout o las actividades del día. Para las unidades juveniles el
equilibrio se podría considerar más asequible, sin embargo se corre el riesgo de
no conseguir disminuir el nivel energético y en consecuencia se dificulta el
cierre de la fogata y del programa del día y a la vez no se consigue la
solemnidad necesaria para el acercamiento a la espiritualidad, la mística y demás
objetivos trascendentales de la fogata.
La estructura que se presenta a continuación considera estas
dos variables y pretende ofrecer a los equipos de jefatura cierta guía, es
necesario aclarar que es la jefatura quien define las actividades, canciones,
momentos, temas, etc., considerando tanto el contexto de la fogata (campamento,
reunión) y las necesidades formativas de sus jóvenes y niños.
MOMENTO INICIAL: ENCENDIDO
El equipo de jefatura o un grupo de líderes o muchachos
seleccionados deberán iniciar la fogata con un acto simbólico, en el cual se
considere el contexto de la fogata. Se deben considerar las variables energía y
solemnidad, el acto debe considerar que la energía de los participantes está en
el máximo valor y su solemnidad es nula, por este motivo el encendido debería permitir
cierto desfogue de energía por parte de los participantes y hacia el final de
este momento inicial la solemnidad se debió incrementar. Se recomienda por lo
tanto evitar monólogos excesivamente ceremoniosos o solemnes, pero tampoco se
debe caer en la comedia como recurso único, este momento debe tener un final
que invite a lo místico, a lo trascendental.
PRIMER BLOQUE DE CANCIONES
Luego del encendido la energía sigue alta y no se puede
dejar caer muy rápido, el equilibrio se debe mantener, por este motivo el
primer bloque de canciones deberán ser animadas, alegres, que permitan cierta desinhibición
y soltura de los participantes. Dependiendo de la situación de la fogata se podrían
considerar entre tres o cinco canciones o danzas.
RECONOCIMIENTOS-APLAUSOS
La fogata es un momento ideal para hacer reconocimientos o
entrega de adelantos, siempre la fogata genera recordación y evoca los mejores
recuerdos de campamento, durante la fogata se recomienda hacer entregas de reconocimientos,
pero siempre después de cada reconocimiento se recomienda hacer algo que
mantenga la energía o la concentración de los participantes. Los aplausos son
un excelente recurso para este fin, pues mantienen la concentración y permiten
en cierta medida evitar el aburrimiento que se podría generar al entregar en un
solo momento todos los reconocimientos o adelantos.
SEGUNDO BLOQUE DE CANCIONES
Las canciones de fogata suaves deberán ir prevaleciendo y
llevando la energía de los participantes hacia un nivel más bajo. En este
bloque se pueden hacer entre dos a cuatro canciones suaves.
CINCO MINUTOS DEL JEFE
El jefe de grupo, jefe de unidad o director del evento deberá
contar con un momento especial en la fogata, en este presentara una reflexión,
una evaluación, una canción, lo que considera más apropiado. Este espacio
permite a los adultos con mayor experiencia contar con el espacio de silencio,
solemnidad y escucha para contagiar a sus hermanos menores del espíritu scout.
TERCER BLOQUE DE CANCIONES
Es el momento de sacar la guitarra, sentados uno junto al
otro al calor ya no de las llamas sino de las brasas se perfila el final de un
espacio de encuentro, alegría, hermandad. Se recomienda preparar canciones
tradicionales, incluso se podría intercalar una canción con una historia
significativa. Se deben alejar de las fogatas scout los cuentos que generen
angustia en los muchachos, el espacio se debe aprovechar para hacer germinar el
amor por el escultismo, la amistad y la hermandad.
CEREMONIA DE CIERRE
La fogata scout no puede terminar con la simple indicación
de irse a dormir, se debe realizar algún acto simbólico, así como se abrió con entusiasmo
se debe cerrar con agradecimiento y solemnidad, se pueden realizar oraciones o
algún tipo de reflexión o canto corto.
ROLES EN LA FOGATA SCOUT
Así como se considera una estructura para asegurar el éxito de
la fogata como recurso metodológico, se debe delimitar los roles de los agentes
implicados en la actividad.
EL ROL DE LOS NIÑOS Y JÓVENES
Los participantes principales de la fogata, al igual que de
toda la propuesta del escultismo son los niños y jóvenes. En consecuencia se
debe propiciar un espacio de disfrute y de esparcimiento para estos, más que de
trabajo y desgaste, aunque se recomienda aprovechar la fogata para que los
niños y jóvenes preparen actos, comedias, cantos y demás posibles
representaciones, se trata de un espacio único en el cual es posible reconocer
y estimular sus habilidades artísticas, además sirve como instrumento para
disminuir el temor al ridículo y al escenario; pero hay que tener cuidado de
evitar violentarlos, se debe saber identificar las circunstancias que pueden
determinar la participación o no de los muchachos en este tipo de
representaciones.
LOS ROLES DE LOS JEFES SCOUT
Para el desarrollo adecuado del programa de fogata, la
tradición define tres roles, fogatero, histrión y guardián de leyendas.
FOGATERO
Es el dirigente (o dirigentes) encargado del montaje físico
de la fogata, es decir de la preparación y organización de la madera,
combustible y demás asuntos logísticos necesarios para el encendido y
mantenimiento del fuego durante toda la actividad. El fogatero tiene además la
responsabilidad de velar por la seguridad de los niños y jóvenes, evitando que
estos intervengan en el mantenimiento del fuego.
Este rol exige ciertas habilidades técnicas que se
desarrollan y perfeccionan en cada fogata o actividades similares, es por esto
que se trata de una preparación que no todos los dirigentes pueden tener, se
espera entonces que el fogatero sea un papel que trasciende al campamento y
haga parte de las habilidades personales de ciertos miembros del equipo de jefatura.
HISTRIÓN
El o los histriones son los encargados de la preparación de
canciones y aplausos, intervienen y mantienen el equilibrio de la energía y la
solemnidad. Los histriones deben preparar con antelación todas las canciones y
presentarlas según una secuencia establecida, las canciones de una buena fogata
no son improvisadas.
GUARDIÁN DE LEYENDAS
Este es otro rol que exige cierto talento y especialización.
El guardián de leyendas tiene la responsabilidad de velar por el equilibrio de
la fogata en todo su desarrollo, en primera instancia es el encargado del
diseño y preparación del encendido en conjunto con el fogatero y si es el caso
con el equipo especial que realizara un acto o representación. Seguidamente
dará pie a las canciones y velara por el éxito de la propuesta de los
histriones, debe tener la habilidad de intervenir y modificar la secuencia del
programa de fogata si llega el caso. Además el guardián de leyendas en conjunto
con el jefe de unidad o de grupo dirigirá la sección de reconocimientos, y por
ultimo realizara la ceremonia de cierre.
PARA FINALIZAR
El desarrollo de una fogata depende de muchas situaciones,
el contexto de la actividad, los participantes, la situación anímica, el equipo
de jefatura, entre muchas más. Sin embargo una buena planificación y
organización del programa de fogata reduce las incertidumbres y permite al
equipo de jefatura un acercamiento al éxito de esta actividad tan importante
dentro de la propuesta educativa de un campamento scout.
Como consideraciones finales cabe anotar el respeto que se
le debe profesar a la fogata scout, no se trata de un fogón para cocinar, o de
una hoguera para secar las prendas húmedas, se trata de un simbolismo, es una
representación de la hermandad y del espíritu scout, es deber del adulto en el
movimiento llevar estos simbolismos a las nuevas generaciones, estos pensamientos
románticos son tal vez uno de los pilares del éxito del escultismo. La trascendentalidad,
la espiritualidad y la capacidad de reflexión que se logra con este tipo de
actividades difícilmente la juventud moderna la encontrara en otros espacios,
es pues la obligación del jefe scout mantener la llama encendida y mostrarla
tal cual es en un fuego que nos une.
jueves, 2 de junio de 2016
COMO SER UN JEFE SCOUT Y NO QUEMARSE EN EL INTENTO
En nuestra jerga el verbo
quemarse se conjuga de manera constante con adjetivos como joven, inexperto, débil,
tirano, solitario, manipulable, etc.
Un jefe realmente se puede
quemar, y con esto me refiero a que se convierte en una baja más para el equipo
de voluntarios que es el motor del movimiento scout; sin adultos voluntarios el
escultismo no puede jugarse, los necesitamos para hacer real el gran juego a los
chicos y chicas que acompañan, el adulto en el movimiento cambia vidas y
permite que la fuerza vital del escultismo se perpetúe a sus muchachos y
futuros jefes.
Las dificultades del jefe
inexperto se pueden acumular y tarde o temprano se convierten en una
enfermedad
crónica, que cual tumor debe ser extirpado o hace metástasis en el equipo,
llevando a los grupos scouts a un desequilibrio crítico. Otra vía para las
dificultades del jefe novel es convertirlas en lecciones, en servir a su
formación integral y hacer de los errores fuentes de aprendizaje. Esta vía se
hace realidad bajo una circunstancia: un compañero “mayor”, es decir otro jefe
con experiencia que le permita identificar sus errores y convertirlos en
aciertos para el futuro. El equipo de jefatura ideal tiene que tener en sus
filas un “mayor”, ojo no un superior, se trata de un jefe que con sus
experiencias, aciertos y desaciertos se le puede ver como una fuente de
consulta, como un referente, más aún con la capacidad para intervenir en
determinadas circunstancias que podrían desdibujar el fin del gran juego y
llevar a vicios en el programa.
En el universo escultista, una de
las supernovas es la humildad, cualidad innata del jefe ideal y del ciudadano
que el movimiento quiere formar. Sin la humildad no se entiende el paisaje que
nos pintó BP en Brownsea. Para comprender esta condicionante de la personalidad
del jefe ideal empezare por decir que NO es la humildad. La humildad no es
esconder nuestras habilidades, la humildad no es tratar de pasar desapercibido.
La humildad es el resultado más brillante del autoconocimiento y del
autocontrol, al reconocer lo que sabemos y lo que somos, podemos ver con
claridad lo que no sabemos y lo que queremos llegar a ser, más aún podemos ver
con mayor claridad al OTRO. La humildad nos permite actuar como reales apoyos a
la formación de nuestros muchachos y de nuestros compañeros de jefatura. Para
terminar este argumento de la humildad mencionare que ocurre si no tenemos
humildad: pues tendríamos una venda en la ojos, no reconocemos al compañero
jefe como par, no vemos la realidad de los chicos y chicas, no los podemos
entender pues simplemente no nos conocemos a nosotros mismos, peor aún la
ausencia de humildad nos lleva a hacernos una falsa imagen de nosotros mismos.
Un jefe sin humildad no admite sus faltas, no reconoce su contexto así este le
golpee en la cara, no hay fuerza capaz de derribar de sus ideas y de su
proceder a un jefe que no tenga humildad, simplemente no puede, y lo más
doloroso es que solo él, desde su intimidad y su reflexión podrá hacer germinar
la humildad y de esta manera hacerse con una idea cercana a la realidad de su contexto.
El camino hacia la hoguera del
jefe es la falta de humildad y la ausencia de compañeros “mayores”, es decir la
soledad.
Para ser un jefe scout y no quemarse en el
intento basta con ubicarse en un equipo de jefatura, tener a la vista la
experiencia y reconocerla y hacer de la humildad el bastón, la labor del adulto
voluntario en el movimiento está lleno de alegría y grandes recompensas, pero
hay que recorrerlo bien y jamás perder de vista la utopía de la educación
ideal, del sueño perfecto en el que nos formamos jugando, en el que la acción
en medio de la camaradería y la alegría jovial son las llaves para creer que se
puede cambiar el mundo.
jueves, 18 de febrero de 2016
La Dieta de la Opinión
¿Por qué la mayoría sólo produce opiniones y no ideas?
Porque el hombre actual es el hombre del tiempo, más aún el hombre de los segundos. En tan poco tiempo solo algunos sentimientos alcanzan a vivir, en la mayoría de las ocasiones estos sentimientos serán reaccionarios y a estos, el puñado de segundos que el hombre del tiempo le dedica, no le son suficientes para pasar de la mera opinión a las ideas y de allí a la acción lógica, cociente y organizada.
Las relaciones de este hombre del tiempo son consecuentes con su naturaleza apresurada; sus herramientas, sus hogares, sus parejas.
El filósofo envigadeño bien decía que la mujer de este hombre es como sus libros, de escasas páginas.
Lo mejor que la palabra inmortal se encuentra en grandes cofres, las ideas perennes requieren de varios cientos de páginas para su codificación. De igual manera la mujer valiosa requiere extensión, grandes mentes solo se comprenden y se disfrutan en extensas tertulia, el intercambio de palabras, gestos y miradas solo será posible si dejada la dimensión temporal, se dedica la mente, tal gota que perfora la roca, a encontrar ideas y hasta aceptables opiniones, en esa mente femenina, en esa OTRA mente, que jamás sera como las cortas y banales novelas que consumimos rápido y de igual manera tiramos con desprecio por el tiempo robado.
¿Qué hacer con la mujer de opiniones? o tal vez mejor ¿qué hacer con la mujer de delgada mente? Pues consumir su escaso sabor de manera apresurada y alejarse lo suficiente, no sea que nos atrapen y nos sumerjan hacia el rigor de la mente delgada, que nos perfilemos hacia el hombre de opinión, hacia el hombre del segundo, no sea que nos convierta en hombres contemporáneos: seres insulsos y despreciables, fanáticos, reyes de la opinión y de la falta de acción.
Las acciones, solo pueden ser producto de las ideas, las acciones falsas son el resultado de las opiniones. El animal solo pseudoacciones comete, pues hace lo que hace por mera instituto; de igual manera el hombre del tiempo actúa liderado por sus genes y llevado por sus opiniones, realmente no vive, simplemente pasa como una briza, con la peste de la muerte.
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